Chapotea conmigo

Los baños tienen un efecto calmante en la mayoría de los bebés, el agua les recuerda su tiempo en el útero. Aunque al principio su bebé necesita la seguridad y los límites de un baño para bebés, después de unos meses puede disfrutar de la flotabilidad del agua.

Desde aproximadamente los cuatro meses, la piel del bebé ya se acostumbró a la vida fuera del estómago de mamá y se desarrolló. Tu bebé ahora puede bañarse una o dos veces por semana. A veces puede ser necesario un baño, por ejemplo para lavar el cloro después de una sesión de natación de bebés. A los bebés les gusta que los bañen con cuidado y, por supuesto, necesitan toda su atención cuando están en la bañera. Suavemente sumergir los pies puede ayudarlo a acostumbrarse a la sensación de estar mojado. ¡Entonces es hora de salpicar! Es importante que tú y tu bebé se sientan cómodos y que tu bebé nunca se enfríe.

Recuerda controlar la temperatura del agua con el codo antes de bañar a tu bebé: debe estar alrededor de los 37°C. Es aproximadamente la misma temperatura que en el cuerpo de la madre, que es la mejor para bañarse. Incluso si todos están felices, de 5 a 8 minutos es suficiente. No permitas que el agua se enfríe, y solo moja el cabello al final, ya que se pierde mucho calor en la cabeza. Si tu bebé ya tiene mucho pelo, puedes limpiarlo suavemente con el Champú y Gel de ducha 2 en 1 de Caléndula. Luego, envuelve tu bebé en una toalla y sécalo con amor.

Es una buena idea preparar todo lo que necesitas para que el tiempo de baño se desarrolle sin problemas. Mantén todo cerca, lo que te permite concentrarte completamente en tu bebé.

Es útil pedirle a tu matrona que te muestre una posición especial para el baño de tu recién nacido: desliza con cuidado tu brazo izquierdo por debajo del cuello de tu bebé y sostén su pequeño hombro con la mano izquierda. La parte posterior de la cabeza de tu bebé se encuentra seguramente en tu antebrazo y su cabeza se sostiene de forma segura. Luego puedes lavar a tu bebé con la otra mano.

Para niños más grandes, el agua del baño no debe llegar más arriba que la cintura. Y la mayoría de los bebés se sienten mejor cuando pueden tocar el extremo de la bañera con los pies. Un ambiente feliz es particularmente agradable a la hora del baño, para que puedas disfrutar momentos con tu bebé. A él le encantará tu atención y la sensación de seguridad que le das.

¡Es maravilloso cuando ambos pueden disfrutar de la experiencia del baño! Lo mejor es elegir un momento en que puedas dedicarte por completo a tu bebé. Pero ¿cuándo es mejor, por la mañana o la noche? No todos los bebés se quedan dormidos al bañarse, ¡algunos son positivamente entusiastas después de chapotear! Por lo tanto, el momento ideal para un baño depende del ritmo de tu familia y las preferencias de tu bebé.

La hora del baño también es una excelente manera de involucrar a otros miembros de la familia en la rutina diaria. Muchos padres, en particular, disfrutan cuidando a su bebé en el baño. Un consejo: a los bebés les gusta la regularidad. Entonces, si has encontrado un buen momento para bañarlo, trata de seguir con eso.

Justo después del baño es un buen momento para compartir algunos abrazos con tu bebé. ¡Se sentirá seguro y cómodo en los brazos de mamá o papá!