El ser interior revelado a través de la piel
Entrevista con el Dr. Lüder Jachens
Lüder, dermatólogo y médico antroposófico alemán, habla sobre la piel sensible y cómo se conecta con el bienestar de tu alma.
¿Qué es la piel sensible?
Dr. Lüder Jachens: La piel sensible tiene su función de barrera deteriorada debido a una película hidrolípida protectora inestable y fácilmente irritada, que a menudo significa que también está seca. A través de la evaporación, la piel seca pierde más humedad y rápidamente se sobrecarga por las influencias ambientales. Incluso la exposición al agua por mucho tiempo puede marcar la diferencia: después de una ducha, la piel puede sentirse tensa o con comezón. La piel sensible necesita un cuidado específico para respetar su delicado equilibrio.
¿Muchas personas sufren de piel sensible?
Dr. Lüder Jachens: El número de personas con piel sensible ha aumentado significativamente en las últimas décadas. La razón principal, en mi opinión, es el estilo de vida occidental con su presión de la competencia, la prisa constante y la impresión general de que nunca tenemos tiempo suficiente. Demasiada información sensorial, cuando no se procesa, pone a prueba el sistema nervioso y literalmente puede meterse debajo de la piel. Algunas personas son "de piel gruesa", pero no aquellas con piel sensible, reaccionan con enrojecimiento, ardor, descamación u otras irritaciones en estas situaciones.
"Las personas con piel sensible a menudo están alertas, son inteligentes y desde una edad temprana pueden detectar rápidamente lo que está sucediendo en su entorno."
¿Cómo la piel muestra la condición del alma?
Dr. Lüder Jachens: La piel y el alma están unidos por el sistema nervioso, y la tensión nerviosa influye de inmediato en los nervios cutáneos. Bajo estrés, algunas personas salen con una erupción, tal vez cerca del ojo o en el dorso de su mano. Otros pueden tener problemas con su metabolismo y la condición de la piel a menudo refleja esto. Como dermatólogo, aprendes a descubrir la relación entre la piel y la disposición emocional, especialmente cuando la medicina convencional se combina con la visión antroposófica del ser humano.
¿Cómo la antroposofía cambió su perspectiva de la piel?
Dr. Lüder Jachens: Parte de la premisa de que todos estamos hechos de cuerpo, mente y espíritu. La dermatología convencional, con su enfoque analítico, se centra en la piel física y sus síntomas, separándolo del ser al que pertenece. Por el contrario, un médico antroposófico tiene como objetivo involucrar al ser humano como un todo en el proceso de curación.
La piel es ciertamente sensorial y nuestro órgano más grande, pero más allá de este hecho obvio es posible ver reflejada en la piel a toda la persona: el sistema sensorial del sistema nervioso, el metabolismo y las extremidades y el sistema rítmico que se conecta con el corazón y los pulmones. Cada uno es visible en la piel y ser capaz de percibir la conexión permite el diagnóstico.
"Una metáfora perfecta para esto es la almendra: dirige la luz y el calor desde el exterior completamente hacia su núcleo profundamente oculto, donde el núcleo tierno madura bajo una caparazón firme."
"El interior es el exterior", escribió el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe. ¿Qué revela la piel sensible de una persona sobre ellos?
Dr. Lüder Jachens: Las personas con piel sensible a menudo están alertas, son inteligentes y desde una edad temprana pueden detectar rápidamente lo que está sucediendo en su entorno. Son sensibles y responden inmediatamente a los estímulos externos. La promoción en el trabajo puede ser fácil para estas personas, pero aumenta el estrés ya que esas personas no están seguras de sí mismas, como las que tienen una piel más gruesa. Tienden a tener una constitución nerviosa, como la vida a ser planeada y son manejados principalmente por su cabeza. Piensan mucho, especialmente cuando la vida diaria los desafía con situaciones inesperadas o complejas.
Desde un punto de vista antroposófico, se centran principalmente en su sistema sensorial de nervios. Para encontrar el equilibrio, necesitan estar más en contacto con sus propios sentimientos e intentar expresar su voluntad.
¿Cómo llegan allí?
Dr. Lüder Jachens: Las personas que coinciden con esta descripción deben buscar una actividad que les anime a explorar sus sentimientos. Pueden inscribirse en una clase de pintura, por ejemplo. La percepción del color conduce a la actividad sensorial, que normalmente ocurre automáticamente. Mientras que las personas que pintan permiten que surjan los sentimientos, se vuelven hacia adentro y aprenden a responder a una impresión de color con una sensación.
Una metáfora perfecta para esto es la almendra: como parte de la familia de la rosa, el almendro pertenece a las criaturas más nobles del reino vegetal. Dirige la luz y el calor desde el exterior a su núcleo profundamente oculto, donde el grano tierno madura debajo de un caparazón firme. Extraído del grano maduro, la esencia de la almendra, el aceite de almendras preciosas, envuelve la piel y le ofrece protección. Establecer el vínculo entre el yo físico y la esencia del ser, el alma, centrada en lo profundo, es una invitación a ser bueno y a mantener la calma y el enfoque en medio de las demandas diarias a veces abrumadoras.
